La velocidad en el ciclismo es una métrica irrelevante. Es sumamente común escuchar ciclistas compartiendo los resultados de algún entrenamiento o competencia, usando como referencia la velocidad promedio que mantuvieron sobre la bicicleta. Existen muchas razones por las cuales no debes usar la velocidad como un punto de comparación o evaluación de tu desempeño. En pocas palabras es como comparar peras con manzanas.
Suena obvio pensar que diferentes rutas no pueden ser comparadas entre si pues las exigencias y condiciones de cada una son únicas y diferentes a las demás. Pero incluso una misma ruta tiene diferentes condiciones de temperatura, viento y otros factores que vuelven este tipo de comparaciones una entre peras y manzanas. La única ocasión en que sería válida una comparación entre dos o más ciclistas en una misma ruta usando la velocidad como parámetro sería si todos recorrieron la ruta al mismo tiempo. Y todo esto se debe a que la velocidad a la cuál te desplazas se ve afectada por factores como el viento, la temperatura, el transito aledaño, el perfil de la ruta (subidas y bajadas), la calidad del pavimento e incluso la presión barométrica.