El enfoque de mi competencia en Ironman Cairns 2014
El enfoque de mi competencia en Ironman Cairns 2014 fue probar una nueva metodología de nutrición que me permitiera correr sin malestar. Siempre he tenido problemas de energía en la carrera en eventos de larga distancia y la solución cada vez era aumentar mi consumo calórico para tener más energía. Llego el punto en que estaba comiendo 350 calorías por hora pero aún así me faltaba energía y si intentaba comer más empezaba a vomitar y tener malestar estomacal muy fuerte.
Muchos atletas del equipo han sufrido cosas similares y pensando en que después de 2 años de no entrenar ni competir quería sentirme bien en Cairns nos dedicamos, Emilio y yo, a buscar opciones para solucionar este tema y así fue como dimos con la teoría de la Eficiencia Metabólica.
Nos pusimos a estudiar el tema, averiguar sobre casos de éxito, leer los libros, a ver pros y contras y finalmente hicimos contacto con los especialistas en Estados Unidos que aplicaron el concepto al desempeño atlético. Bob Seebohar, nutriólogo del comité olímpico de EUA, es el pionero en el desarrollo y aplicación para desempeño deportivo de esta filosofía y con el apoyo de su equipo me prepare durante 4 meses para cambiar mis hábitos alimenticios buscando una mayor eficiencia metabólica.
La energia que nuestro cuerpo utiliza viene del glucógeno almacenado en los músculos y de la grasa corporal. En pocas palabras la eficiencia metabólica implica que en un nivel de intensidad especifico en el cual hoy quemas 70% de glucógeno y 30% de grasa, después de un cambio de hábitos cambies esa curva y uses tan solo 30% de glucógeno y 70% de grasa (esto es un ejemplo arbitrario para explicar el concepto), es decir que tu cuerpo use mas grasa que glucógeno para realizar una misma actividad. El cuerpo humano tiene alrededor de 2 horas de reservas de glucógeno y en cambio podríamos hacer alrededor de 8 Ironman seguidos (en teoría según Seebohar) usando nuestra grasa corporal como combustible.
Cuatro meses antes del Ironman Cairns comence a cambiar mis habitos alimenticios sin hacer una dieta como tal, simplemente siguiendo parámetros generales y fáciles de seguir (sin contar calorías ni gramos ni nada). El resultado de esos cambios fueron una baja considerable de peso y en especial de porcentaje de grasa, también reduje considerablemente la necesidad de alimento durante los entrenamientos largos en preparacion para el Ironman lo cual hizo mas sencilla la logística, redujo los riesgos de fallas en mi estrategia de alimentación y nutrición y lo mejor de todo es que me senti muy fuerte en todo el proceso. En realidad lo que estaba pasando es que estaba logrando quemar grasa en vez de glucógeno, así que si antes me acababa mis reservas de glucógeno y necesitaba comer para recargar (ojo que solo una pequeña proporción de lo que comemos durante la actividad física se aprovecha como fuente de energía) ahora en realidad estaba usando mas grasa y gracias a eso es que mi consumo calórico por hora fue bajando mientras pasaban las semanas.
El día del Ironman en Cairns desayune una taza de yogurth con fruta y un “rice cake” tres horas antes de arrancar y durante la carrera comí 100 calorias por hora únicamente sintiendome con mucha energia en toda la competencia y sin necesidad de comer mas. Esto comparado con las 350 calorías por hora en mi ultimo evento y el sentimiento de estar reventado no tiene comparación, ademas de que antes tenia que ir cargando con toda el supermercado en el trisuit para lograr esas 350cal/hr. Hay aun muchas cosas por mejorar pero me voy muy contento con los cambios que logre y la reacción que mi cuerpo tuvo, me da mucha confianza para lo que viene adelante y ahora me podré enfocar mas en mi paso y velocidad sin estar tan preocupado por la parte alimenticia.
Gracias a todos los que estuvieron pendientes durante la competencia y ¡vamos por el que sigue!
= Román =