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Una de las preguntas más comunes que recibimos de parte de nuestros atletas es ¿cómo se si voy bien con mi entrenamiento? Y esta pregunta normalmente tiene truco ya que sabemos por experiencia que la expectativa es saber cuál será la forma de medir ese avance de manera numérica en términos de records personales. Esto es muy interesante por que nosotros mismos, en EVEN, engendramos ese monstruo, el monstruo de los datos y del análisis de gráficas como parte clave de nuestro método de entrenamiento. Pero hemos aprendido durante los años que si bien el análisis matemático de los resultados es importante, hay un elemento suave que debe ser incorporado al análisis de manera fundamental.
Los números son importantes pero pueden ser peligrosos
La trampa en la que nos hace caer esa necesidad absoluta de medir el progreso de manera numérica es que hay personas que se obsesionan con esto y confunden el desempeño con los records. Esto se observa claramente en las pruebas físicas que realizamos en EVEN de manera cotidiana como parte del entrenamiento. Estas pruebas se realizan inicialmente para tener un parámetro de partida pero principalmente para conocer tus parámetros de entrenamiento, ya sean zonas de ritmo cardiaco, porcentajes de potencia, paso o incluso escala de esfuerzo percibido. Es fácil hacer la primera prueba sin demasiada presión ni peso emocional, pero el problema se presenta al realizar las pruebas subsecuentes. Esto se da por la necesidad del atleta de evaluar su Continue reading